[Video clip] Un verdadero homenaje al movimiento feminista: Pilu Velver, «Las nietas de las brujas» (La otra mitad)

Pilu Velver, La otra mitad

Todo el poder para las feministas

Entremos ya en las prácticas del ejercicio del poder y del desapoderamiento para ver cómo en algunas ocasiones pretenden engañarnos para cambiar muchas cosas y que todo siga igual.

A mi modo de ver poco o nada tienen que ver con los procesos de empoderamiento feminista las políticas de igualdad en los denominados centros o núcleos de poder y la oferta de puestos en las cúpulas de los aparatos del poder. Acceder a diversos puestos de poder institucionalizado por parte de las mujeres, da una buena foto para el imaginario femenino: también las mujeres están ahí, es un lugar que puede ser ocupado por las mujeres, no sólo se les reserva el espacio del hogar,…. y nada más. No altera las relaciones de poder ni nos pone en mejor situación para pelear contra las posiciones de dominación patriarcal. Si además de feminista radical eres soberanista, anticapitalista, anticolonialista, ¿qué pensamos que nos aporta que esos aparatos reaccionarios y corruptos se refuercen con presencia de mujeres? Esto quiere decir que medir el poder feminista por la presencia de las mujeres en los consejos de la empresas multinacionales, los ejércitos, las policías, las iglesias fundamentalistas, partidos de la derechona,…. en realidad no sirve para mucho.

Si hablamos de poder y de agencia política, a mi entender, debemos de pensar en el movimiento feminista. Para enfrentar el poder constituido y para activar política feministas, lo primero de lo primero es el sujeto colectivo organizado feminista. Sin mediaciones ni intermediarios. Nosotras mismas. Organizadas de forma autónoma e independiente fotografiamos el lema: Indar bat gara gu, y como tenemos fuerza sí podemos empeñarnos en construir nuestros poderes. Pero también en destruir los poderes depredadores de nuestra sociedad. En este sentido a mí me gusta más pensar en una agencia política que crea contrapoder y enfrenta al poder constituido e institucionalizado.

Seguramente aquí podemos enlazar perfectamente con las prácticas prefigurativas que acompañan a los escenarios del poder popular. Ya estamos en el mañana y podemos vivir nuestras vidas recreando espacios y relaciones acordes con nuestros sueños y deseos. Conocemos, porque lo hemos practicado y lo ejercemos, el camino de la desobediencia a la norma heteropatriarcal, incluida nuestra importante y «abarcante» vida personal, que también es política. Una vez más el grito de no serviremos será el que nos sirva para tejer este poder feminista que derribará, porque ya lo está haciendo, a los poderes dominadores.