[Lectura y video recomendada] El fanatismo religioso, visto desde la psiquiatria: Pastor Cid «Mi Dios nunca permitirá que me contagie de Covid-19

En el futuro, el fanatismo religioso será tratado como una enfermedad mental

Religión y salud mental. La relación entre la psiquiatría y la religión es una historia de múltiples episodios. Desde el inicio de la conciencia, el desarrollo de diferentes sistemas de creencias, llamadas religiones, ha interferido con la vida humana y con el desarrollo de la enfermedad.

Aqui dejaremos parte de las palabras del cuestionado «Pastor Soto»

Alguna vez fue el obispo evangélico más joven de Chile. Hoy, a sus 52 años, Ricardo Cid Castro es noticia por una nueva polémica que muy a su pesar lo tiene encerrado en su casa.

 

«Impacto de Dios», su culto que lo llevó hace 15 años a tener figuración pública en Chile y a tener redes en Estados Unidos y Australia, se realizó ahora durante tres semanas en un centro recreativo de la comuna de La Pintana en plena pandemia de coronavirus.

El pastor asegura que el lugar no fue arrendado, sino facilitado por uno de sus fieles y que sus seguidores cumplieron todas las normas. «Estábamos todos ahí y siempre se trató de hacer conforme a las personas, que todos tuvieran su mascarilla, como tenía que ser todo eso», expresó a 24 Horas.

En las imágenes de las polémicas ceremonias se demuestra lo contrario. No hubo medidas ni distancias sociales, por lo que la fiscalía abrió una investigación por posible delito sanitario.

Clausuran parcela donde polémico pastor Cid realizó culto sin precauciones
Clausuran parcela donde polémico pastor Cid realizó culto sin precauciones Leer más

«Mi Dios nunca lo permitiría»

Una de las primeras medidas de la autoridad fue exigirle al pastor que se realice la próxima semana el test del COVID-19. Pese a los riesgos de contagio, Cid dice que es imposible que tenga el virus.

«No lo tengo, porque yo sé que no. Mi Dios nunca lo permitiría. A Jesús nunca se le pegó ni siquiera la lepra», señaló el pastor.

Controvertido, singular, carismático. Reconoce que hizo llover oro, que sanó a un paralítico y que estuvo ocho horas en el cielo. «Yo fui transportado al cielo por ocho horas. Yo vi al Señor, a Jesús, no a Dios», expresó.

Pastor Cid defiende culto en La Pintana: "Cerrar una iglesia es cerrar la fe de la gente"
Pastor Cid defiende culto en La Pintana: «Cerrar una iglesia es cerrar la fe de la gente» 

En 2013 disparó un arma de fogueo cerca de La Moneda para defenderse de las acusaciones por abuso sexual en su contra. En 2015 fue condenado a siete años de cárcel por ese delito contra un menor de edad. Salió en 2019 con libertad condicional, un beneficio que aseguran desde Gendarmería que podría perder si se configura algún delito grave tras los cultos de La Pintana.

Ricardo Cid podría volver a la cárcel hasta 2022. Ante ello, el pastor afirmó que «no le tengo temor a nada. No hay que tener temor».

Los ojos de autoridades, políticos e incluso de su misma iglesia están puestos sobre él. Desde el Congreso se busca presentar un proyecto que prohíba el ejercicio de pastorado a personas que tienen condenas como Cid.

En el futuro, el fanatismo religioso será tratado como una enfermedad mental

Al escuchar fundamentalismo religioso seguro que piensas en alguna religión de medio oriente o agrupaciones radicales como el ISIS. Pero no. Kathleen Taylor es escritora e investigadora de la Universidad de Oxford, especializada en neurociencia. Según sus palabras: todo acto de radicalización a un culto o una idea, puede comenzar a tratarse como una enfermedad mental.

La Kaaba en La Meca, Arabia Saudita. Miles de fieles en su peregrinación al Islam

El contexto fue luego de que un asistente del Hay Literary Festival in Wales (festival que reúne escritores, poetas, científicos y comediantes) le preguntara sobre el futuro de la neurociencia. La respuesta de Taylor, según señala The Times London, fue nada menos que: “Una de las sorpresas podría ser ver personas con ciertas creencias como personas que pueden ser tratadas mentalmente”. Sutil. No obstante, fue enfática al mencionar que no se refería a “candidatos obvios como el radicalismo Islam”.

Esta no es la primera vez que Kathleen Taylor aborda temas religiosos como enfermedad mental. En el 2006 escribió “Brainwashing: The Science of Thought Control” (Lavado de cerebro: La ciencia del control del pensamiento). Un video explicando su libro.

Los estudios que vinculan al fanatismo religioso con enfermedades mentales no son nuevos en E.E.U.U. Stephanie Mihalas, profesora y psicóloga clínica de la Universidad de California de Los Ángeles, se ha dedicado a estudiar cómo afecta el fanatismo religioso en los niños y adolescentes. Mihalas explica que “si bien practicar la religión puede parecer algo positivo, esto podría ser algo negativo al llevarlo al extremo”.

Los comportamientos ritualistas pueden reflejar una ansiedad en los niños y en determinados casos, no sería algo más espiritual que el lavado de manos frenético o temer a caminar sobre las grietas. Los niños temen si no obedecen las reglas religiosas a la perfección”, narra Carole Lierberman, psiquiatra de Beverly Hills.

Pero vamos, tampoco es para ponernos paranoicos. Así como una serie de investigadores del área de la psiquiatrica critican el fervor religioso, otros defienden los actos de fe como actos que podrían mejorar el bienestar. Por ejemplo Bill Hathaway, psicólogo clínico y decano de la Facultad de Psicología de la Universidad Regent sostiene que “la religión, al relacionarse con los niños, provoca mayor autoestima, mejor rendimiento académico y menores tasas de consumo de drogas o conductas delictuales”.