[Imágenes] El Covid-19 enloqueció más a Bolsonaro: Ni siquiera los entierros masivos en São Paulo, lo conmueven «es un resfriadito no más, es un invento de élite liberal

Las muertes solo en São Paulo se incrementaron en un 30% por el Covid-19.

La posición del presidente, que relativiza el impacto de la pandemia y llama a ir al trabajo y mantener la economía en funcionamiento, generó reacciones también en ámbitos judiciales. La Asociación Brasileña de Juristas por la Democracia (ABJD) impulsa una denuncia contra el gobernante ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya. Según informó O Estado de Sâo Paulo, esta organización civil acusa a Bolsonaro de cometer un crimen contra la humanidad al llamar a tener conductas que incrementan el riesgo de expansión de la enfermedad. También señalan que pudo haber cometido un delito del Código Penal de Brasil referido a las epidemias.

Después de que el procurador General de la República, Augusto Aras, archivó un pedido de que se indicara al presidente seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y del propio Ministerio de Salud ante el coronavirus, la ABJD argumentó que tiene que recurrir a instancias internacionales porque Aras es el único que podría procesar a Bolsonaro debido al cargo que ocupa.

El nuevo coronavirus está cambiando el mundo. Pero no al presidente brasileño. Mientras decenas de miles mueren a causa del COVID-19, el ultraderechista sigue tachándolo de «resfriadito» o invento de la élite liberal.

Bolsonaro es actualmente el único mandatario en América del Sur que se niega a imponer medidas de aislamiento generalizadas. En lugar de seguir las indicaciones de la OMS, sus propuestas incluyen un día de oraciones y ayuno para librar a Brasil del coronavirus.

Sin línea clara y en disputa permanente con gobernadores y ministros, Bolsonaro se ha convertido en el ejemplo a no seguir en América Latina.

Mientras mandatarios de países vecinos han destacado por un fuerte liderazgo desde el comienzo de la crisis, en Brasil sorprendió la debilidad política del presidente. „El caso de Brasil es un caso interesante en América Latina y una de las peores respuestas frente a la pandemia.»considera el politólogo peruano Eduardo Dargent. «Muestra también los límites de este tipo de liderazgo populista».

Autoridades locales obligadas a actuar

Límites que una y otra vez le han señalado los 27 gobernadores del país. Ante la inacción del ejecutivo central, las autoridades locales y regionales se han visto obligadas a decretar medidas de confinamiento y restricciones a actividades económicas y comerciales.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, libra un duro pulso por defender su duro curso contra la propagación del coronavirus y proteger a sus habitantes.

También en la vecina Colombia ha habido forcejeos entre políticos regionales y la cúpula nacional. Pero según Sergio Guzmán, director de la consultora Colombia Risk Analysis, la dinámica en Colombia es mucho menos hostil que en Brasil. «Los alcaldes y gobernadores están tratando de ser cada vez más severos con las medidas y el gobierno de Iván Duque está siguiéndoles el compás. En Brasil, el gobierno central insiste en su posición a pesar de lo que digan los gobernadores locales». 

Economía vs. salud

Una posición que tiene como meta explícita mantener a flote la economía más grande de la región. Las previsiones para la crisis son poco alentadoras: en América Latina y el Caribe, el PIB podría sufrir una caída mediana del 4,8% (Fuente: The Economist Intelligence Unit).

Con su insistencia en mantener el funcionamiento del país, Bolsonaro trata de frenar la pérdida de respaldo por parte de quienes lo eligieron por sus promesas de liberalización económica. Un tiro que fácilmente le podría salir por la culata, apunta la analista argentina Jimena Blanco: «Un brote masivo de coronavirus en Brasil no sólo supondría un peligro para la economía brasileña. También podría arrastrar a otras economías regionales».

Economía versus salud. Una dicotomía que, en realidad, no debería serlo. «La economía no se puede desligar de la pandemia», critica Eduardo Dargent desde Perú. «Bolsonaro no toma medidas para enfrentar la pandemia porque afectarían la economía. Como si eso no tuviera efectos económicos y contrarios a los intereses del país».

«Narrativas hechas al descubierto»

El desconocimiento de la ciencia y la falta de una visión holística para Brasil está marginando cada vez más al presidente. No sólo en su propio país, sino también ante la comunidad internacional. Ha quedado en un escalón con mandatarios populistas como Andrés Manuel López Obrador en México o autoritarios como Daniel Ortega en Nicaragua, quienes destacan por su manejo irresponsable de la crisis.