El sacerdote jesuita no descartó vínculos con el narcotráfico, aunque criticó ausencia del Estado en la región.
El sacerdote Felipe Berríos apuntó que «la rabia» provocada por la marginalidad y el abandono del Estado mantienen activas las movilizaciones sociales en Antofagasta. Así comentó el jesuita en una entrevista publicada por Emol, aquello tras conocerse un ataque perpetrado por desconocidos contra un furgón policial, esto último durante enfrentamientos entre carabineros y manifestantes.
«No estoy de acuerdo con esa violencia y la separo de las demandas justas que tiene la gente. Yo creo que se debe a que esta es una ciudad que tiene un ingreso per cápita entre 27 y 35 mil dólares, y sin embargo, hay sectores de la ciudad que es como vivir en Bélgica y otros sectores que son como vivir en Bangladesh. Hay una desigualdad muy grande, y hay poca preocupación por los sectores más desposeídos», apuntó.
Berríos también aseguró que la situación está acentuada por constantes peleas entre representantes de instituciones locales, las cuales ocurren en desmedro de las necesidades de la población. Asimismo, aseguró que es «rarísimo» que autoridades nacionales se hagan presentes en la región.
«Incluso he conversado con estos chiquillos que no tienen nada que perder y ahora tienen un motivo por el cual levantarse, tienen cierto heroísmo, y que no tienen nada. También yo creo que hay ciertos vínculos con el narcotráfico, tenemos una población grande que tienen un sueldo muy bajo, entonces ha ido creciendo, pero sobre todo es la ausencia del Estado en todas las poblaciones», apuntó.