La activista feminista y exitosa escritora chilena australiana, que recorren mundo con sus intervenciones sociales, Marcela del sol, ya radicada en Australia, en forma de protesta realizó intervención contra el patriarcado, en lo que será la antesala del 8 de marzo en Chile, Día Internacional de la mujer que se está organizando en medio de un clima de amenaza por parte del gobierno apostando nuevamente por la represión policial.
En una de sus tantas acciones de protesta que ha desarrollado a lo largo del mundo, Marcela del sol, quiso hacerlo en su propia Tierra, como un símbolo en la plaza donde que se han dado las luchas en el estallido social.
Su acción de hoy fue desnudándose contra las injusticias, mostrándole al mundo que las mujeres en Chile están empoderadas y tienen tomada la bandera de lucha.
Marcela del sol nos cuenta de que se trató su intervención.
En entrevista a Chileokulto, cuenta que para derrotar al patriarcado y su opresión sistemática, tenemos que tener un completo entendimiento de lo que la masculinidad es y, al parecer, ni siquiera el hombre lo sabe; tal como una ruleta rusa, quien abiertamente cuestione la acepción va a ser impulsado a apretar el gatillo. El análisis resulta inconveniente al paradigma y el paradigma parece ser ubicuo y fácil.
Sebastián Piñera , sé que debes habernos notado inundando tus calles y tus plazas: Mujeres. Organizadas, espontáneamente, como cabecillas de esta resistencia que, por todos los dioses en que he creído, espero no dure cuatro años. Somos quienes continua, pero todavía insignificantemente, luchamos por acceder a espacios predominantemente masculinos, mientras el hombre sigue conforme en sus mismos lugares. Continúa adjudicándoselos porque su hombría se los otorga desde tiempos que parecieran redundar en siempre: Es aquiescente con lo que entiende por mujer, no marcha con ella por discernimiento; se suma a la novia, lo hace por su hija, por el vínculo con él.
Fueron hombres informados (incluso un chileno que canta) sobre las necesidades imperantes y esenciales de la mujer y el oprimido, quienes mayormente lo eligieron: Gente que escuchó sus grotescas opiniones, su oposición a libertades cruciales, su execrable insensibilidad con los que, desesperadamente, necesitan patria. Oyeron como expresa, en un sinnúmero de aseveraciones irresponsables y públicas, que la mujer es más menos prescindible, una herramienta sustituible e incluso es excusable él, forzosamente, agarrarla entre las piernas porque ser deseable es la epítome de nuestra función.
