Bolsonaro rompió nuevamente la cuarentena y se reunió con lideres religiosos y dijo que el Covid-19 «se está marchando» pese a sumar 1.230 muertes y 1.442 nuevos casos

 Hasta el momento, y tras hacerse públicas las últimas cifras, Brasil ha registrado 22.318 contagios y 1.230 muertes, siendo el estado de Sao Paulo la región más afectada, con 8.755 casos y 588 fallecimientos.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha asegurado este domingo ante un grupo de líderes religiosos que el coronavirus «está empezando a irse», después de que el último balance haya arrojado 99 muertes y 1.442 nuevos casos más en las últimas 24 horas.

«Parece que está empezando a irse esa cuestión del virus, pero está llegando y golpeando fuerte la cuestión del desempleo», ha destacado durante una conversación con líderes religiosos por videoconferencia con motivo de la Semana Santa, emitida a través de su cuenta de Facebook.

Las aseveraciones de Bolsonaro contradicen una vez más algunas de las advertencias del Ministerio de Salud, el cual anunció que las regiones más afectadas, como Rio de Janeiro y Sao Paulo, sufrirán fuertes picos de contagios y de fallecimientos entre finales de abril y comienzos de mayo.

Bolsonaro ha insistido nuevamente en que su Gobierno está centrado no solamente en frenar el avance de la pandemia, sino también el del desempleo, por lo que «creyendo en dios por encima de todo», ha dicho, se lograrán vencer todos estos obstáculos.

Hasta el momento, y tras hacerse públicas las últimas cifras, Brasil ha registrado 22.318 contagios y 1.230 muertes, siendo el estado de Sao Paulo la región más afectada, con 8.755 casos y 588 fallecimientos.

En plena cuarentena, Bolsonaro dijo que apenas ejercía «el derecho constitucional de ir y venir libremente» sin importarle que el coronavirus Covid-19 cobró hasta el momento cerca de mil muertes en el país.

Un día antes, el jueves, el exmilitar entró en una panadería, se bebió un café, comió un bocadillo, tendió la mano y habló con los trabajadores.

La salida de Bolsonaro fue grabado en un video que subió su hijo en la red social Twitter, pero después lo borró. Otra aparición pública registrada del jefe de Estado fue captada el pasado 29 de marzo.

A raíz de estas conductas, los partidos de los Trabajadores (PT), Democrático Trabalhista (PDT), Socialismo y Libertad (PSOL), Socialista Brasileño (PSB), Comunista de Brasil (PCdoB) y Red de Sustentabilidad (REDE) acusaron a Bolsonaro de prevaricato -retrasar o dejar de ejercer un acto de oficio para servir al interés personal-.

De igual manera de incitar al delito, pues recomienda a sus seguidores no solo que dejen de adoptar medidas para prevenir el contagio, sino también que los alienta a exponer sus propias vidas y la salud de la población.

Brasil, el país de América Latina más castigado por la pandemia de coronavirus y con más de 200 millones de habitantes, superó ayer los mil muertos y se acercó a los 20 mil infectados.

Bolsonaro se ha negado repetidamente a declarar cuarentena total e incluso ha criticado a los gobernadores y alcaldes que sí decidieron decretarla, como medida para frenar el brote.