Los ministros y altos funcionarios de Ruanda deberán donar sus salarios de abril a programas sociales para ayudar a los más pobres a resistir la crisis económica generada por el coronavirus «El gobierno ruandés ha decidido, además de todas las iniciativas actuales de protección social, que todos los miembros del gobierno, los directores de gabinete, los jefes de instituciones públicas y otros altos responsables deberán renunciar a un mes de salario», ha declarado el primer ministro, Edouard Ngirente, en un comunicado.
El gobierno distribuyó bienes de primera necesidad a unas 20.000 personas vulnerables de la capital Kigali, pero las necesidades son inmensas en este país de 12 millones de habitantes, donde alrededor del 40% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.
La decisión del gobierno de ese país africano también incluye a los directores de gabinete, los jefes de instituciones públicas y otros altos responsables y se invertirá en programas sociales para que las familias más pobres puedan enfrentar la crisis económica derivada de la pandemia.Lunes, 6 de Abril de 202020
Todos los ministros y altos funcionarios del gobierno de Ruanda donarán sus salarios del mes de abril a programas sociales para ayudar a los más pobres a resistir la crisis económica generada por el nuevo coronavirus.
Así lo anunció por medio de un comunicado el primer ministro, Edouard Ngirente, al señalar que esta decisión se suma a todas las iniciativas actuales de protección social, e implica que la totalidad de los integrantes de la administración, incluido él, los directores de gabinete, los jefes de instituciones públicas y otros altos responsables “deberán renunciar a un mes de salario”.
Sin embargo, no precisó exactamente a cuántas personalidades políticas y administrativas afecta esta medida, ni cuánto dinero espera recabar con ella.
La autoridad distribuyó bienes de primera necesidad a unas 20.000 personas vulnerables de la capital Kigali, pero las necesidades son inmensas en este país de 12 millones de habitantes, donde alrededor del 40% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.
Ruanda fue uno de los primeros países africanos que el 21 de marzo impuso un confinamiento, con el cierre de todas las tiendas excepto las esenciales, la suspensión del servicio del transporte público y la prohibición de los “desplazamientos no esenciales”.
Estas disposiciones se extenderán al menos hasta el 19 de abril y los más desfavorecidos están sintiendo un fuerte impacto, golpeados por el aumento del desempleo y del precio de los productos alimentarios.
La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó entregar a Ruanda un préstamo de US$ 110 millones para hacer frente a los efectos económicos causados por el coronavirus.
El número de casos confirmados de coronavirus en esa nación se elevaba a 104 el lunes, uno de los más altos en África Oriental.