«Por cierto habrá igualdad de tratamiento, los pacientes serán tratados todos de la misma manera», garantizó el primer ministro de ese país.
Mientras en Chile y otros países de Sudamérica se busca la fórmula para aumentar la atención de los pacientes de coronavirus apelando a instalaciones adicionales, como Espacio Riesgo y Cerrillos en Santiago, en Europa hay ejemplos que despiertan la atención y una indisimulada admiración.
Un caso llamativo es el de Irlanda, donde el gobierno acaba de anunciar que los hospitales privados del país funcionarán como uno público mientras dure la pandemia.“Los hospitales privados están de acuerdo para hacer esto sin obtener beneficio alguno. Y los pacientes, públicos o privados, serán tratados de la misma manera”, subrayó el primer ministro Leo Varadkar, durante una conferencia de prensa.Al hablar en la misma rueda con los medios, el ministro de Salud de Irlanda, Simon Harris, dijo que “no puede haber espacio para lo público frente a lo privado frente a esta pandemia”, definiendo la política sanitaria de su país para garantizar la igualdad a los ciudadanos frente a la crisis.
“Por supuesto, debemos tener igualdad de tratamiento, los pacientes con este virus serán tratados de forma gratuita y serán tratados como parte de un único servicio hospitalario nacional”, agregó el ministro Harris.
Aunque los estándares y recursos de Irlanda no sean los mismos de otras naciones, la medida al menos demuestra la disposición del Ejecutivo a igualar a los ciudadanos ante una situación de vida o muerte.
«El 45 % de los casos se han producido por contagio comunitario, donde no hemos sido capaces de identificar la fuente original, y uno de cada cuatro casos es personal sanitario», explicó hoy el jefe médico del Ministerio de Sanidad, Tony Holohan.
El experto aseguró que se debe «actuar de manera rápida e integral» y que es necesario «endurecer» las medidas de contención del virus, que estarán en vigor hasta, al menos, el próximo 19 de abril.
A este respecto, Varadkar dijo que no quiere calificar la nueva batería de medidas de «cerrojazo», pues, en su opinión, «aporta mucha más confusión que claridad».
«Por tanto, no voy a usarlo (el término). He oído que Italia había ordenado un cerrojazo, pero las fábricas y la construcción han seguido abiertas», agregó el primer ministro.